En apenas unos meses, ESPIRAL se convirtió en 1981 en la discoteca más destroyer de Valencia. Su sonido era bien diferenciado y reconocible por cualquier asiduo a las discotecas del momento.
Sus sesiones de sábado sentaron época, entre otros motivos porque eran atemporales en sonido y en tiempo,tan solo acababan cuando el DJ así lo decidía. Pero lo que realmente la diferenció del resto, fue su capacidad en crear un himno propio reconocible por todo el colectivo musical de LA RUTA. El mítico ESPIRAL DUNE marcó el himno musical de toda una era.